Otra característica de las reducidas es que sólo y
exclusivamente reducen el pronóstico, si nuestro pronóstico no abarca los 14
triples, lo que no está incluido en el pronóstico no existe. Para las reducidas
la quiniela no tiene 14 + 1 partidos de 3 signos, tiene lo que abarca el
pronóstico.
La idea es muy simple, si se pone un fijo se da por acertado, que
para eso se pone, si no habría que combinarlo incluyéndolo en el pronóstico.
Además las consecuencias de fallar un fijo fuera del
pronóstico son muy sencillas de cara las garantías del pronóstico, todo baja un
escalón en la escala de aciertos, si se falla un fijo se falla en todas las
columnas del pronóstico y en todas se obtiene un acierto menos que si se
acertara.
Si se falla un doble también se baja un escalón, ya es
imposible acertar 14 porque ninguna columna de nuestro pronóstico acierta el
signo pero los efectos a de cara a los aciertos es más leve porque en el
partido fallado es indistinto el signo que se falle del doble, quedan más
columnas con solo ese fallo al poder ser 2 signos los que se pueden fallar.
Si se fallan 2 dobles es imposible acertar 13, hay 2 fallos
en todas las columnas de la combinación, cada fallo de pronóstico en fijos o
dobles hace bajar un nivel en la escala de aciertos.
Y todo esto es muy fácilmente controlable, sabiendo lo que “pasa
dentro” del pronóstico se sabe lo que sucede cuando se falla, esto da una
visión global de lo que se apuesta muy sencilla, otra ventaja de las reducidas, el control de lo que se
tiene “entre manos”
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